De la necesidad de la Guerra.

P : ¿Si te dicen que te salgas de clase si no quieres trabajar, y no quieres trabajar, te sales? (pregunta de David Zombie, martes 16 de diciembre, 9h05am)

R : Analisis del caso.
La situación inicial:
Te acuerdas, David, que lo he hecho el año pasado como profesor de tu clase de noveno: "Que los que no tienen interés en esta clase salgan ! (en lugar de molestar a los que quieren trabajar)" Porque es mi concepto de la enseñanza a alumnos que llegan a los quince años sin conciencia de su interés por su propia educación : es una posición puramente humanista. El que no esta dispuesto a recibir conocimientos no puede recibirlos y no se le deben imponer. Seria una forma de violencia psicológica. Uno tiene que estar involucrado en su proceso de aprendizaje y, también, estar consiente del interés que saca de esta oportunidad para desarrollarse intelectualmente, culturalmente, personalmente.
Perspectiva idealista:
Igual, elegir de salir (ilusión de libertad: porque el ignorante es esclavo) o de quedarse (por cobardía, por sentido del deber, por miedo de asumir su ganas de salir, o de enfrentar el profesor, sus padres, la sociedad...), es una cuestión de responsabilidad personal del individuo frente al colectivo. Y unos lo hicieron cuando he hecho la propuesta. Para mi fue prueba de coraje y responsabilidad. Y como, yo, en mi propuesta, era sincera (sin ironía), no pasó nada a los que salieron. Ni la "conseillère principale d'éducation" y "le proviseur adjoint" (el director de secundaria) lo supieron.
Y de todas maneras, yo no tenia ningún interés que lo supieran porque mi propuesta les hubiera parecido irresponsable de parte de un profesor, que sobre todo, haciendo esta propuesta, se descarga de su responsabilidad social implícita : mantener el grupo quieto durante unas horas, ejerciendo una forma de control sobre su cuerpo y su mente, para dar la ilusión que se les enseña algo; guardando las ovejas, para condicionarlas a obedecer y reaccionar de manera conforme a las expectativas de la sociedad (la meta profunda y el papel real de la escuela).
Alternativas pragmáticas :
PERO, si el profesor que hace la propuesta lo hace de manera irónica, mejor no salir, porque el va a interpretar tu salida como una provocación (respuesta a la suya), y usar de sus recursos de autoritarios (castigo) para reimplantar en su posición de autoridad... y eso se llamaría abuso de autoridad. El profesor se siente ofendido por el acto de provocación del alumno, siente su autoridad a veces floja (por eso usa de ironía) desacreditada y en peligro (particularmente con la presencia del grupo que asiste a la escena), y entra en un proceso totalitario, de uso de sus medios educativos (ahí actúa el ego del profesor, el mismo que usa de ironía, y no su profesionalismo educativo).
De pronto, aún en caso de provocación al profesor (propuesta irónica, que no es una real alternativa al trabajo), se puede aprovechar la propuesta y salir, no solo para disfrutar del día y de la oportunidad de no trabajar, sino también para demostrar la ironía del profesor y su hipocresía, de una cierta forma, y que él se dé cuenta de los limites de su autoridad, y de su forma de ejercerla. Pero, en este caso, tienes que prepararte a enfrentar su respuesta, después, que puede ser mucho mas violenta, y con consecuencias sobre tu situación escolar, y tus relaciones con la institución escolar en general.
El consenso social y el peligro:
Después de un acto de esta magnitud, uno debe asumir las consecuencias. Responder a una provocación por otra provocación es declarar la guerra. A veces la guerra es una necesidad. A veces no vale la pena arriesgar su tranquilidad individual social para desestabilizar el consenso colectivo social. Eso, uno lo evalúa con respeto a sus intereses y recursos.
Mi respuesta:
Mi ideología no me deja alternativa. Como alumna, que el profesor hubiese sido sincero o hipócrita, escondiéndose detrás de la ironía, yo hubiera salido. Mi carácter tan poco me deja alternativa: siempre he preferido la provocación, la guerra, la violencia y la inestabilidad mi tranquilidad.